El pulque era mucho más que una bebida alcohólica

Es una bebida alcohólica que se extrae del maguey, su consumo se remonta a la época prehispánica y desde entonces se mantiene.

Varias veces al año los aztecas celebraban a Ometochtli, una de las tantas deidades dentro de su mitología, lo curioso es que no lo hacían con ofrendas ni con sacrificios humanos, sino permitiendo que tanto niños como adultos se emborracharan con un llamativo líquido blanco obtenido. del maguey, bebida de los dioses para ellos, para nosotros: pulque. Bebida que desde la época mexica y hasta nuestros días se convirtió en una de las bebidas mexicanas emblemáticas, hasta ser desplazada primero por el tequila y luego por el mezcal, ambos obtenidos también del maguey pero mediante un proceso de destilación y no de fermentación. SIGNIFICADO En la época mexica, el pulque se llamaba ixtac octli (“el licor blanco”).

El nombre actual parece ser una corrupción española de octli poliuhqui (“licor descompuesto”), el término náhuatl para un pulque demasiado fermentado.

UNA DE LAS LEYES SOBRE EL ORIGEN DEL MAGUEY… Mayahuel era una joven que vivía con su abuela, a quien el dios Quetzalcóatl la convenció de bajar a la tierra para amarse, por lo que cada una se convirtió en una rama de un árbol bifurcado. La abuela se enfureció y, junto con otras mujeres, desembarcó en busca de su nieta. Al acercarse, el árbol se rompió y Mayahuel quedó expuesto. La abuela enfurecida rompió la rama en pedazos y los dejó allí para que los devoraran. En cambio, la rama de Quetzalcóatl quedó ilesa, mientras las mujeres se alejaban, el dios amoroso tomó los restos de su joven amor y los enterró. De él brotó la planta de maguey, y así Mayahuel se convirtió en la diosa de la Fertilidad y Madre de los Centzon Totochtin, los Cuatrocientos Conejos, pequeños dioses del Pulque y la Borrachera.

En la sociedad mexica o azteca el pulque tenía un carácter meramente ritual, por lo que no podía consumirse salvo en determinadas fiestas y en algunas de forma restringida.

PREPARACIÓN:
El proceso para la preparación de esta bebida embriagante comienza extrayendo la savia de la planta, la cual fue previamente castrada para interrumpir el crecimiento de su yema central o quiote, cortándola cuando el agave haya madurado después de un período que oscila entre 7 y 15 años.

Se perfora una cavidad en su corazón o piña raspándolo para que salga el líquido. Durante unos seis meses antes de que se seque el agave, el hidromiel fluye y se recolecta dos veces al día, en la mañana y en la tarde, proceso que realiza el encargado de esta actividad o tlachiquero, quien utiliza una calabaza alargada y hueca, es decir un acocote, con pequeñas perforaciones en ambos extremos. El tlachiquero, sea hombre o mujer, se coloca un extremo del acocote en la boca para chupar el hidromiel, y luego lo vierte con cuidado en un cántaro de cerámica, un barril de madera o una piel de oveja o de chivo para transportarlo en su espalda atado con unas cuerdas en la frente, o atadas con cuerdas para mover varios contenedores en el lomo de un burro. En el tinacal, es decir el lugar donde se fermentará el hidromiel, este líquido se coloca en recipientes limpios, tradicionalmente vasijas de cerámica y, desde la época colonial, en tinajas que contienen un poco de pulque o semilla, iniciando así el proceso bioquímico que dura uno o dos días.